miércoles, 17 de junio de 2020

I'm Back

     Estoy viendo la habitación de mi padre. Cae agua del techo, precisamente por el agujero de la lámpara colgante. Pareciera que el agua viene por el cable de electricidad.
     Ahora estoy dentro de la habitación inspeccionando. Muevo una llave de agua y deja de salir. Entra mi hermana Virginia y me pregunta qué era. "No sé, no creo haber tocado nada más que esta llave" le digo. Le muestro la llave de agua y la vuelvo a girar. Vuelve a salir agua, pero esta vez sin respetar las leyes de la gravedad. El agua se arrastra por el techo hacia la pared de mi derecha. Baja lamiendo la misma y se introduce en un hueco que lleva a la habitación contigua.
     Al lado hay un salón, muy grande. Tiene escritos con aerosol que no llego a desencriptar. Un tipo mezcla Danny DeVito cuando hizo de Pingüino en Batman, mezcla el "malo" de los Minions me está explicando qué debo hacer para que la habitación se pueda alquilar. Debe ser un Hotel o algo. Le trato de decir que no importa qué me diga, hay algo que está mal en esa habitación y va a ser imposible alquilarla. Lo del agua no es para nada normal.
     Ahora la habitación es un túnel, veo los cables de electricidad arriba mío que se adentran al mismo. Estoy viajando con Florencia, novia de mi hermano Bernardo, y me pregunta sobre la serie 11.22.63 que trata sobre el asesinato de JFK. Sé que la vi, pero le digo que no la vi, que estoy recién empezando a verla. Al final del túnel hay un auto, parecido al de los Cazafantasmas, pero sé que es el DeLorean.
     Imágenes de James Franco escalando una montaña rodeado de Nieve. Llegando a la cima.
     Soy una caricatura de un hombre gigante. Estoy "achicando" personas con las manos para que entren en un autito. Bernardo me dice que Virginia va a conducir. Termino de achicar a uno de los pasajeros y me siento al volante, soy enorme y nadie va a contradecir mi voluntad de manejar.
     En el viaje empezamos a ver a un lado del camino varias cajas, como de exposición escolar. En las mismas hay versiones pequeñas de alumnitos. En una de cada dos, estoy yo. Soy el mejor alumno, el mejor de la clase. Podemos ver cómo a intervalos de una caja, voy creciendo dentro de esas cajitas. Ahora las cajas pasan a ser productos de góndolas de un supermercado enorme, y por cada caja donde estaba yo, el producto es blanco, por lo que el local está intercalado con blanco por todos lados.
     Estoy manejando un cochesito de golf y desconozco mi acompañante. Le digo que es una locura lo que hicieron, que haber intercalado blanco por todos lados tiene que haberles llevado un montón de tiempo.
     Hay cuatro personas escapando del supermercado. Alguien está diciendo que podemos saber a donde van si seguimos al segundo, ya que todos se dirigen al mismo lugar, y el tercero aún no salió. La persona que escapa lo hace en una motito. Lo veo con casco andando por un cañaveral. Puedo ver en cámara lenta cómo salta cuando termina el cañaveral hacia una calle de tierra.
     Estoy con mi hermano Federico, viendo cómo los seguimos. Él agarra una bicicleta inglesa de cuadro negro. Yo me encuentro con una muy extraña. Tiene fierros a los lados como si fuera una ¿cuatricicleta?
     Los encontramos. Están en una de las casas de uno de los campos al costado del camino de tierra. Fede salta la tranquera y se adentra al mismo. Algo me distrae a mí y no lo sigo. Hay alguien en la zanja al costado del camino. Trato de espiarlo sin que me vea. Es una persona que está sumergida hasta el pecho en el agua de la zanja, aunque más que agua parece barro, por lo espeso y oscuro. En un principio parece que estuviera intentando esconder algo porque lo veo mover las manos por debajo del barro, tal vez está ocultando un cadáver. Pero no, es un niño y está buscando algo que perdió. Me ve, pero sigue buscando con la mano por debajo del barro. Encuentra algo. Lo saca. Me lo da.
     Es una piedra que al apoyar en mi mano pasa a ser un dibujo. Es el dibujo del personaje de Big Hero 6. Arriba leo Jason Jano, en cursiva y con la n apenas legible. Así me llamo. Quiere mi autógrafo. Le firmo.
   

miércoles, 10 de junio de 2020

El colectivero opa, versión sueño

     Soy la mucama de algún ricachón. Me despiden sin razón aparente. Estoy volviendo a mi casa en bicicleta, cuando al cruzar una calle un colectivero me corta el paso innecesariamente ya que ni siquiera podía cruzar debido a la típica congestión de mediodía. Me guardo mi bronca y lo esquivo.
     Soy yo y estoy en lo de mi vecino de enfrente, mi amigo de la infancia. No nos importa la cuarentena. Vamos a festejar su cumpleaños igual. Nos subimos todos a un colectivo. El chofer parece estar con horario atrasado, porque no para de pisar el acelerador. A la bajada de un puente y con un colectivo a cada lado, el demente pisa a fondo el acelerador sin importarle que en nuestro carril había un camión detenido por un semáforo. Cuando ya estoy visualizando el accidente, terminamos zafando por pocos centímetros por un volantazo de último segundo.
     Estamos en la zona de fichines. Desconozco a cual queremos jugar, pero pongo una ficha igual. Cuando la veo entrar, veo que había otra trabada pero que con el golpe de la mía entran las dos juntas. En respuesta, ambas fichas son escupidas por la máquina. Veo una con el número seis y otra con el número diez. No sé cual usar. Los amigos de mi vecino se ríen de mí. Introduzco la del número seis. El juego comienza a funcionar pero mis controles no sirven para nada. Al fin y al cabo de que no entendía de qué iba el juego ni me interesaba.
     Estoy lavándome las manos.

miércoles, 3 de junio de 2020

Abandonada

     Tuve un accidente de avión. Un psicólogo intenta sonsacarme qué pasó. Intento recordar. Empiezo a revivirlo.
     Estoy volando junto con mi pareja en un planeador pequeño. Algo fugaz en el horizonte me distrae y pierdo el control. Nos estrellamos en una zona rocosa de una montaña muy alta. Veo neblina/nubes por debajo de mis pies. Sólo pienso en mí mismo y escapo de los restos del aparato sin mirar atrás, sin intentar salvarla.
     Ahora soy ella. Logro sobrevivir también. Me bajo y estoy cruzando una avenida. Tomo un colectivo para bajarme en una zona llena de gimnasios. Por todos lados hay gente vestida de la misma forma, cual gemelos vestidos por la madre. 
     Nuevamente soy yo. Estoy en casa de mi madre cuidando mis sobrinos que no paran de zambullirse en la pileta. Bucean de un lado al otro.