lunes, 15 de enero de 2018

Persecución graciosa

     Luego de estacionar el auto en la plaza para realizar aquel pago, y que un tipo intentase matarme desde lo alto de un edificio utilizando un rifle camuflado en una trompeta, empiezo a perseguirlo calle arriba. Endemientras corro, trato de dar alcance a un chizito con la mano derecha. El chizito, por alguna razón, rodaba en la misma dirección en que corríamos. Una vez atrapado, lo como y continúo la persecuta.
     Paradojicamente, el individuo medio regordete, rulos, ojos saltones, de rasgos italianos, me aconsejaba por donde saltar o correr durante la pseudo-persecución. Incluso cuando saltó por un sector peligroso me pidió disculpas cual película de comedia.
     Una vez que pasamos por la típica cocina (siempre hay cocinas en las persecuciones de a pie), el sueño varía y estoy en una especie de cuarto-biblioteca sentado frente a una mesa y al lado de una ventana, cuando unas personas grandotas que, caminando por la vereda ven mi puerta abierta, intentan entrar. Mediante disculpas los echo nuevamente a la vereda. Momentos después escucho un llanto que por alguna razón asocio a una mujer gorda en algún lugar de la casa, y termino despertándome porque lo que lloraba era en realidad un Curlew a metros de la carpa, el cual se "comunicaba" con otro más lejos.

Actualizo para dejar un video con el llamado del Curlew, para aquellos que no tuvieron la oportunidad, como yo, de escucharlos (o sufrirlos al intentar dormir):

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