La Noche de Giancarlo A. Robertson

1

Paseaba nuevamente,

Por la autopista del cerebro de Giancarlo A. Robertson,
Aquel pensamiento.
Pero esa noche, sin noticias de la Luna,
Estaba muy errado
Y llegaría a saberlo demasiado tarde.

2

Ni bien terminó de entrar
A su acostumbrado Bar
"Algo no está bien", pensó,
"Ahí está el Tabernero Carlos
Con su reluciente pelada
Y su amado parche,
Porque cree ser un pirata".
Al recordar esto último
Rió para sus adentros y prosiguió,
"Tenemos al borrachín Ernesto
Y allí puedo ver al ratoncito Camilo
Pidiendo su quesito"
"¿Qué rayos falta?"
Y esa pregunta le dió un escalofrío
Que le recorrió desde la nuca hasta los pies.

3

El plumífero le pasó demasiado cerca
Como para no asustarse.
Por suerte las garritadas del alado
Taparon sus chillidos de nena sin caramelo.
"Ah, era eso" recordó Giancarlo
"Pero qué tabernero mas chiflado,
Espero encontrar un mejor Bar rápido
Porque este lugar ya me está cansando"
Pensó mientras miraba al ave tropical
En el hombro del maniático.
Luego, miró devuelta a su derecha
Y se compadeció de Camilo.

4

"Un Whisky «On the rocks»"
Pidió Giancarlo, con toda la tranquilidad que pudo
Después de recuperarse del susto.
"¿Cómo?", fué la respuesta de Carlos
Totalmente inesperada para Robertson.
"Un Whisky «On the rocks»" iteró, creyendo
Que tal vez no le había oído.
Esta vez la respuesta fue una enarcación de la ceja derecha.
"Un Whisky en las rocas" le tradujo.
"No comprendo"
Tomándoselo con calma, trató de ser lo más claro posible
"Un Whisky con algunos trozos de agua congelada"
"Ah, un «Uisqui on de rocs», aquí tiene"
"Para la próxima me meto mi inglés en el culo" razonó Giancarlo.